Encontrarán un paisaje increíble rodeado de arena dorada por donde miren, al bajar de la montaña del desierto verán cómo se integra con la arena de la playa y luego con el mar. Para llegar a las Dunas de Taroa, lo pueden hacer en lancha desde el Cabo de La Vela (está a dos horas) o también por tierra desde Riohacha (está a 6 horas).
Lleven agua y comida pues alrededor no consigues nada para comprar, en el camino podrán ver indígenas Wayúu, por eso lleven galletas y jugos en cajita para los niños que salen al camino a pedir. Por último, además de disfrutar de este paraíso pueden también hacer sandboarding, descender en tablas especiales por las dunas.
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